jueves, 20 de diciembre de 2007

El tren de la inercia

Si miramos a nuestro alrededor podremos apreciar gente corriendo, preocupada, mal humorado, agresiva, desconfiado, agotada, insultando, etc. Un contexto al que conocemos y que muchas veces caemos en él sin saberlo; y sumergidos en esa esfera iniciamos nuestros días inercialmente, viviendo de esa manera a través de semanas, meses y años, sin saber donde esta la salida para encontrar bienestar y placer.
Al apreciar este fenómeno me nace la reflexión… ¿Sirve de algo vivir aceleradamente? ¿Correr a que o a quien? ¿Perseguir el estatus? ¿Qué es el estatus?
Con el fin de expresar una opinión personal para quienes están en una vorágine desenfrenada y para tomar conciencia; vivir de esa manera no está trayendo beneficios para la buena calidad de vida y a las relaciones personales y profesionales, y más aún sin saber cual es el sentido de a donde se quiere llegar.
La elección en la toma de decisión sobre aquello que se quiere; y hacer desde un contexto de disfrute, sería lo mas correcto para vivir en armonía con un entorno en el que todos podamos estar compartiendo un ámbito ameno y de buen humor.
Correr desenfrenadamente tras un objetivo y luego tras otro, y así a través del tiempo sin tener claro un rumbo a seguir, no creo que sea el entorno adecuado donde poder vivir en armonía. ¿Cuantas cosas se pierden, se dejan de lado y cuantas son las personas que nos están esperando a ser escuchadas y esperando nuestro afecto?
Vivir de esa manera se puede tornar en un hábito en el que podríamos quedar atrapados y seguir operando inercialmente gran parte de nuestra vida, hasta que en algún momento se quiebra nuestra salud.
Hablar de Objetivos y metas nos confiere el sentido para generar aquellas cosas que queremos lograr en el futuro pero también no solo el logro es importante, sino que por sobre ello, tener capacidad de poder apreciar cuanto crecimos interiormente, quienes fuimos para generarlo, cuanto pusimos. Los logros nos permiten descubrir nuestras capacidades y talento, pero no por ello deben regir nuestra vida por el simple hecho de lograr resultados y nada más que resultados.
Pues dentro del marco en la obtención de resultados, el autoreconocimiento es un acto importante para vitalizar nuestro interior y seguir alimentándonos de logros como espacio para la experiencia y el enriquecimiento personal; dentro de ello bienestar, siendo plataforma para crear un entorno de buena calidad humana.
Si no poseemos la capacidad de apreciar la riqueza que brinda la obtención de resultados nos transformaremos en personas resultadistas perdiendo contacto con uno mismo y con los demás. Y luego nos estaremos preguntándonos por que no puedo disfrutar!

Eduardo Sanchez
Director de Ham Do
Coach organizacional

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